Sobre la Silla

El mundo es mi constelación y en esta me mezo... o me meso... no sé.. pero no estoy sobre una mesa, estoy sobre la silla. Y desde aquí he de decifrar el mundo, mis dos sentadillas estan listas, el universo me espera, y yo estoy sobre la silla.

Recuerdos me inundan y me pongo a pensar en lo que he hecho con la vida, y son muchas cosas, algunas de las cuales no volvería a repetir... pero de ellas no hablaré hoy, sino que estaré hablando de algo más interesante. Hoy estaré hablando de lo que me ha inspirado a escribir este blog... que lo llamo Sobre la silla. Este es mi rincón especial en donde me pongo a escribir, bueno no es un rincón, está casi en medio del cuarto, pero aquí estoy... sobre la silla. Y escribiendo...
El mundo me sofoca, y me retiro a la tranquilidad de mi alcoba y desde aqui en un ejercicio retrospectivo me analizo y paso bajo el fino escutrinio del sarcasmo mis experiencias y escribo cosas inútiles y sin sentido, que el mundo horrendo con sus secuaces rapaces con metralletas y escopetas le llaman chistados comentarios, y con estos para hacerme al final... reir un poco. Esa hilarante vociferación gutural que me hace ahogar, expresión primitiva mareante que está entre el vómito y la sonrisa, compulsiva, espasmo igual de nociva, le llamamos risa. Un mero LOL lo substituye en nuestro tráfico de información moderno.
En este pequeño portal me he de ver reflejado, en palabras quebradas, y lentes distorcionados, me veo, y trato de sacar algo de entre mis entrañas y ahí en ese ejercicio saco algo de ahí, como cuando uno está urgando el ombligo, en ese instante, en un derepente... la inspiración me visita como un estornudo, me contrae por dentro y tan rápido como el trueno lo expulso para desaparecer en el aire, partículas de saliba, viento con moco. Influenza. Bajo a las penurias de mi alma y entre bromas y proza, escribo en mi retorcida poesía hermética dirigiendome a tí, mi querido lector y contemplo la dicotomía lector-escribiente, escribiente-lector, todo esto es un reflejo de uno mismo, y al final del día me pongo a reflexionar que no somos tan diferentes, podemos compartir algo en común, quizá por dentro todos somos lo mismo, como latas acomodadas en fila en el pasillo 12 del Calimax de una cierta marca. Ahora que si son de otra marca pues ya no sirve la analogía, así que quedate con un solo tipo de latas, has de cuenta que estas viendo las de chícharos de Del Monte.
Esto también va dirigido a todos los que se encuentran sobre una silla, que estan leyendo, que están escribiendo, que estan llorando, que están tociendo, y quiero decirles que todos compartimos lo mismo, quizá un poco de dolor en la espalda, unas sentadillas cansadas, pero más que nada el amor por el expresar cosas muy secretas que habitan el alma, dolores y pasiones, a veces caramelos y pan tostado con cajeta, y también a todos ustedes que están sobre el escritorio, que en mi humilde opinión ha de ser muy dificil de escribir desde ahí, no sé por qué no se consiguen una silla para que estén como yo, sobre la silla. NO sobre una silla, me refiero a LA Silla que no está confinada a un lugar o a un tiempo finito. Aunque también estoy sentado sobre una silla. En fín, también a ustedes que no han conseguido silla, se lo dedico, a los que están en banco no. Las gradas pasan.

El shuy es un lector de blogs y hace comentarios sobre la vida y le gusta hacer caras cuando le toman fotos, es también un ávido usador de sillas, las prefiere con respaldo y las cosas que están a sus lados para poner los brazos. También usa lentes. A veces usa unos que son como de judicial, bien perros.